persona, hábitos e incluso el ambiente que lo rodea, por lo que una forma para prevenir la
obesidad, tomando en cuenta todos estos factores ambiguos, es utilizar el modelo de lógica difusa
y con ello poder reconocer patrones causantes de la obesidad [3].
En el año 2017, el trabajo “Artificial Intelligence technologies to manage obesity” realizado por
Bruna Marmett et. al. nos habla que la enorme creciente de casos de obesidad los niveles de
mortalidad va en aumento y un método eficaz para manejarlo es la Inteligencia Artificial. Estos
sistemas son complejos por lo que para realizar uno se requiere de pruebas no tradicionales de
métodos de verificación y validación [4].
Además se recalca que estos sistemas no buscan reemplazar al personal médico experto, sino
que este sistema debe ser tratado como un apoyo en la decisión de los médicos para tener un
diagnóstico más preciso[3]. El objetivo trazado para la investigación es incitar a los centros de
salud de Latinoamérica a reducir la obesidad en la población, tomando como herramienta un
software que a partir de los datos tomados en la investigación pueda determinar los niveles de
obesidad en un paciente y recomendar algunas formas para mejorar la salud. En esta ocasión los
niveles de obesidad se calculan en función de la condición física y hábitos alimenticios
Marco referencial
Trabajos Relacionados
1. Herrera, D. en su trabajo “Hábitos Alimentarios y su Relación con el Sobrepeso y Obesidad
en Adolescentes en la Unidad Educativa Julio María Matovelle en el año 2016” sostiene
que en la Unidad Educativa Matovelle en la ciudad de Quito, la población se realizó un
estudio a adolescentes con edades comprendidas entre 12 y 18 años. El tipo de estudio
empleado fue observacional y el enfoque cualicuantitativo analítico y de corte transversal.
Para determinar el estado nutricional, se empleó el programa AnthroPlus OMS, en 722
estudiantes, correspondiente a la totalidad de alumnos, posteriormente se seleccionó
mediante muestreo aleatorio sistemático a individuos con normopeso (n=40), sobrepeso
(n=35) y obesidad (n=32) para evaluar los hábitos alimentarios. Los principales resultados
indican que la prevalencia de sobrepeso y obesidad es de 28% (sobrepeso y obesidad),
sin diferencias por sexo. Mientras al relacionar hábitos alimentarios de los normopeso con
los de sobrepeso muestran diferencia estadísticamente significativa, lo que no demostró
con el grupo de obesidad, donde se llegó a la conclusión de que la relación entre la
existencia de sobrepeso y obesidad y los hábitos alimenticios en los estudiantes de la
Unidad Educativa Matovelle, determina, que la mejor calidad de alimentación la tienen los
adolescentes con estado nutricional normal, ya que su índice de calidad promedio es 5,12
que es mayor a los adolescentes con sobrepeso que tienen un índice de calidad promedio
de 3,67 y los adolescentes con obesidad con un índice de calidad promedio de 4,40.[12]
2. Gardi, P., Gonzalo, L. y Medina, J. en su trabajo “Hábitos alimentarios y su relación con la
obesidad en adolescentes” sostienen que los hábitos alimentarios no saludables