INTRODUCCIÓN
La irrupción de nuevas tecnologías, la proliferación de modernos dispositivos inteligentes, dio
origen a una transformación digital no planificada en muchos casos, incentivada en los dos últimos
años por el confinamiento al que la población se ha visto sometida por la pandemia originada por
el COVID-19. Si bien la situación representa una oportunidad esto también trae consigo algunos
riesgos asociados al uso de tecnologías que hasta hace poco no tenían mucha difusión y junto
con las amenazas se hace necesario una adecuada planificación de la gestión de las mismas,
sobre todo en un entorno cibernético.
El uso masivo de nuevas tecnologías en el campo de las TI, y la sofisticación continua, está
originando que los riesgos se tornen más peligrosos y se diversifiquen. La gestión de la
información ha sido considerada como uno de los más preciados activos en toda organización
desde inicios de los sistemas de información por ser base para la toma de decisiones con impacto
directo o indirecto en las personas [1].
En la actualidad los medios digitales están vinculados a potenciales vulnerabilidades, las cuales
de no ser controladas/minimizadas facilitaran el accionar de agentes externos a los sistemas, con
el peligro de alteración, robo, secuestro de información o recursos digitales [2]. Es ante estos
riesgos latentes que las estrategias en tema de Ciberseguridad se vuelven en una necesidad que
debe asumir una nación a fin de garantizar el bienestar de la población [2]. Para [3] en el Perú
no existe por parte del estado una real toma de conciencia respecto a los posibles daños que
podrían generar a las empresas los ciberataques. La importancia que han ido alcanzando los
ciberataques queda identificada por [4] que para el año de la publicación asignaba al Perú el
quinto lugar en cuanto a ciberataques registrados.
En cuanto a protección de datos personales, se tiende a dar prioridad a aquellos campos en donde
el uso masivo de información, ha ido de la mano con el incremento de servicios ofertados online,
sin embargo debe de prestarse también atención a aquellas áreas en donde el resguardo de la
privacidad de la información resulta crítica aun cuando no se vincule a un uso masivo de la misma
tal es el caso de información sensible generada por usuarios en la actividad privada tales como
médicos, abogados, médicos cirujanos plásticos, etc [5]. Si bien el estado peruano ha dado pasos
hacia un ordenamiento en temas de seguridad informática (ciberseguridad, seguridad de la
información, etc) por medio de la implementación de normas, también es correcto decir que son
pocos los avances en los aspectos de organización y capacitación [6]. Se llama en [7] a reflexionar
respecto a dar la debida importancia a invertir tanto en tecnología como en recursos humanos,
tal es así que se menciona que uno de los mayores riesgos para las entidades bancarias es el
sabotaje efectuado por un insider, empleado de la misma organización. La necesidad de que el
estado implemente estrategias nacionales de ciberseguridad no deben de limitarse a garantizar
la seguridad de los ciudadanos y las infraestructuras, debe también incluir la instauración de un
ecosistema que permita la cooperación público - privada [8]. Respecto a los rápidos cambios
REVISTA INNOVACIÓN Y SOFTWARE
VOL 3 Nº 2 Septiembre - Febrero 2022 ISSN Nº 2708-0935