RICCE, 2023 Voꢃ. 1 Nꢄo 2: ꢅꢁꢁꢂꢀ://dꢆi.ꢆrg/ ꢇꢈ.48ꢇ68/RICCE.vꢇnꢉꢂ57  
https://reviꢀꢁaꢀ.ulaꢀalle.edu.ꢂe/ricce  
En lugar dE ciEncia, por qué no hacEr lógica  
Instead of scIence, why not do logIc  
FechA de receP cióN: 29-10-23 / FechA de AceP tAcióN: 5-12-23  
HUNeAiPnrich Helberg Chávez  
Correo electrónico: hhelberg@hotmail.com  
https://orcid.org/0000-0001-6417-0373  
Resumen  
Este artículo demuestra que el modus operandi de la Naturaleza en su forma más general  
es práctico, y esto es: particulares interactúan con particulares y se modifican y regulan de  
forma autónoma. Se trata de la lógica práctica, que aprendimos de la filosofía de lenguaje,  
pero que rencontramos en los lenguajes sociales, en la biología y ecología y en la mecánica.  
Rememorando a Issac Newton que podía medir, pero no entender a la fuerza de gravedad,  
ahora damos vuelta a su filosofía natural para que prevalezca la comprensión. Con este  
artículo quiere el autor hacer una propuesta que implica un viraje en los objetivos de la  
investigación científica, para orientarla hacia la investigación de la lógica de la Naturaleza,  
tomando en cuenta cómo se produce a sí misma y cuál es lenguaje de su modo de gestión  
propio. Lo que centra la dispersión de estudios que hoy prevalece en las ciencias en lo que  
siempre fue y debió ser su objetivo central: comprender la lógica de la naturaleza. El estu-  
dio se enmarca en una crítica de la cultura globalizada en cualquiera de sus tres bloques  
socio-económicos, pues todas se han uniformizado para desarrollar su poder político-mi-  
litar y estar en condiciones de jugar a la política internacional. Pretendemos también pre-  
parar a las ciencias para actuar en un mundo multipolar en el que convergirán distintas  
lógicas de pensamiento junto a distintas versiones culturales de la humanidad.  
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Revista de ciencia de la Complejidad  
AbstRAct  
This article shows that the modus operandi of Nature in its most general form is practi-  
cal, and that is: individuals interact with individuals and modify and regulate themselves  
autonomously. It is practical logic, which we learned from the philosophy of language, but  
which we find again in social languages, in biology and ecology, and in mechanics. Reca-  
lling Isaac Newton who could measure, but not understand, the force of gravity, we now  
turn his natural philosophy upside down so that understanding prevails. With this article  
the author wants to make a proposal that implies a shift in the objectives of scientific re-  
search, to orient it towards the investigation of the logic of Nature, taking into account how  
it produces itself and what is the language of its own mode of management. This focuses  
the dispersion of studies that prevails today in the sciences in what always was and should  
have been its central objective: to understand the logic of nature. The study is framed in a  
critique of globalized culture in any of its three socio-economic blocks, since all of them  
have become uniform to develop their political-military power and be in a position to play  
international politics. The Western, the Russian and the Chinese. We also intend to prepare  
the sciences to act in a multipolar world in which different logics of thought will converge  
together with different cultural versions of humanity.  
1
-. LA cRíticA de LA cuLtuRA  
En el discurso inaugural del Congreso de Filosofía del 2009 en Iquitos – Perú, señalé que  
una de las labores de la filosofía es justamente evaluar los patrones lógicos y procedimien-  
tos culturales con una perspectiva global. Eso retoma lo que la filosofía siempre ha hecho:  
criticar la cultura, pero ya no basta demandar consistencia lógica, como lo hacía Sócrates,  
sino que hay que incluir a la filosofía social, a la analítica, que es la que más se desarrolla  
en el siglo XX con el giro lingüístico que tomó la filosofía. Lo que incluye todo un variado  
espectro ce investigaciones antropológicas, lingüísticas e históricas que complementan  
las reflexiones netamente filosóficas. Y hoy podemos agregar que hay que retomar la vi-  
sión global justamente con vistas a dar paso a una sociedad multipolar que neutralice la  
búsqueda de poder al desnudo, sin control ni frenos éticos, que caracteriza a la política  
exterior contemporánea y que permita una nueva convivencia social en la que se tiene que  
recuperar valores humanos fundamentales como la solidaridad, el reconocimiento de la  
autonomía política de la persona, el evitar el dolor y obviamente el reconocimiento de la  
diversidad y la democracia enriquecida con la interculturalidad como modo de gestión, en  
una sociedad multi étnica y compleja en su organización social y económica. Recordemos  
que algunos de estos son los valores que acompañan a la especie desde sus orígenes triba-  
les, y los otros son la consecuencia de la larga vida política que tenemos detrás.  
Hablamos de la necesidad de una nueva globalización en un mundo multipolar que  
despliega un conocimiento intercultural con bases epistemológicas y ontológicas que  
permiten relacionar productivamente tanto la lógica prácti ca del lenguaje cotidiano,  
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Revista de ciencia de la Complejidad  
su especialización en la formación profesional en algunas profesiones y además como es-  
trategia general en algunos pueblos, el uso especializado de la lógica deductiva para la in-  
novación científica y tecnológica en otros, la cooperación de formas de investigación prác-  
ticas y teóricas en la propuesta de conocimiento intercultural, así como de la lógica de las  
relaciones interpersonales que trata justamente de las relaciones entre personas que tie-  
nen libre albedrío y creatividad, y cuyas formas de actuar no se sujetan a causas ni se dejan  
expresar adecuadamente con reglas y cálculos. Y que por eso escapan a toda forma de tra-  
tamiento científico. Supongo que por eso no hay ciencia de las relaciones interpersonales.  
De manera que en una sociedad multipolar también se convive con una diversidad de  
lógicas que gestionan cada una esfera de la realidad con propósitos y estrategias dis -  
tintas, pero que se sobreponen e interrelacionan productivamente para lograr la con -  
vivencia en la diversidad, sin anularla ni combatirla. Y esa sería un gestión política con  
un sistema científico tecnológico que ha aprendido a gestionar la diversidad y vivir en  
interculturalidad.  
El pensamiento intercultural tiene que demostrar en este trance su productividad. Y  
eso lo hace con su crítica a la globalización que resulta ser la prolongación de la primera  
globalización: la conquista.  
Esa crítica debe insistir en la abolición de la violencia epistemológica como medio de do-  
minación, en la desarticulación de la sumisión política y administrativa como estrategia  
de gobierno, tal como la ejercen los estados coloniales para impedir el surgimiento de las  
autonomías locales y mantener la continua vigencia de las humillaciones profundas. No  
solo hay que denunciar la deshumanización de la política, sino que hay que ridiculizar a  
sus protagonistas: son infantiles, risibles y en extremo riesgosos.  
Pero también hay que criticar al producto del que está más orgullosa la civilización: el pen-  
samiento racional, con sus ciencias y las filosofías que la critican y que han perdido el ho-  
rizonte, la misma razón de la búsqueda de la verdad: entender el lenguaje de la Naturaleza.  
Y entender a esta humanidad en medio de la Naturaleza.  
En su lugar han impuesto estándares de cientificidad a través de reformas educativas y  
universitarias que buscan burocratizar la diversidad de prácticas e instituciones dedica-  
das a la investigación y ponerlas al servicio de los centros de investigación internacionales  
y por ende también al servicio de los centros de poder político-económicos y militares.  
De manera que las aun incipientes capacidades investigativas en estos países que no han  
logrado su autonomía cultural y científica se amolden a los requisitos de los centros de  
poder político, económico y como debe de suponerse, también cognitivo.  
Esta dominación epistemológica impide el pleno desarrollo de las capacidades cognitivas y  
por ende también productivas. Impide sobre todo el avizorar, planificar y tomar decisiones  
de estado en función de esa sociedad multipolar futura e impone un inmediatismo que  
solo favorece a las estructuras de poder establecidas, que no ofrecen sin embargo solución  
a los problemas de país ni vía para superarlos. Y que por eso reclaman ser superadas.  
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Revista de ciencia de la Complejidad  
Las ciencias se desligaron del lenguaje cotidiano, lo criticaron porque era inexacto y am-  
bivalente, semánticamente polivalente y encontraron su solución, al menos aparente,  
en el uso de definiciones y de una terminología científica, en un lenguaje técnico que  
hereda todas las estrategias de argumentación y la noción de necesidad lógica del len -  
guaje coloquial, pero introduce precisiones en el uso del léxico. No se percataron que las  
múltiples acepciones del lenguaje cotidiano tienen justificaciones razonables, que son  
justificaciones de fondo ajustadas al tema y que son parte del uso establecido, y que des -  
de Aristóteles se aceptan y usan las distintas acepciones, porque los usos del lenguaje  
cotidiano son contextuales y por eso justamente son más apropiados a la realidad que  
las definiciones generales.  
Todos sabemos que el mismo grito puede ser un grito de dolor o uno de júbilo, solo cam-  
biando el contexto. Y que las ambivalencias desaparecen cuando se contextualizan los vo-  
cablos, porque los contextos semánticos son el marco de referencia espontáneo y natural  
de los usos del lenguaje; mientras que definiciones y el esclarecimiento de significados  
son recursos intralingüísticos, que tienen un uso y son válidos, pero que tienen un uso  
limitado. Solo sirven si las palabras se dejan definir con palabras. Y casi todos los temas de  
importancia para la vida humana ingresan a la experiencia de forma práctica, haciendo la  
experiencia, como sucede con el dolor, o moviéndose en el espacio o sufriendo los efectos  
de la causalidad, cuando la persona se corta o golpea.  
Pero la cosa no queda allí: Las ciencias, al no haber analizado y comprendido los usos del  
lenguaje cotidiano, en su apuro, que también puede ser descuido o prejuicio contra el sen-  
tido común, reproducen los entrampamientos y dificultades de comprensión de los usos  
cotidianos en su nueva terminología y ésta, entonces, solo encubre los viejos problemas de  
la comprensión con nueva terminología, que resulta en un auto engaño, porque aparenta  
entender y explicar lo que no puede, porque no se puede resolver problemas conceptuales  
con métodos experimentales (Wittgenstein 2001 Teil II (xiv) pág. 1052 ). Y por eso discipli-  
nas científicas completas están mal definidas. Solo que no se lo quiere aceptar y se persiste  
en los errores por cientificismo, comodidad y trabajo científico insuficiente o por prejuicio  
cultural que no les permite reprogramar su propia auto comprensión personal, cuando  
esta está en juego.  
Por eso las explicaciones que ofrecen las ciencias sociales experimentales tienen una si-  
tuación dudosa, poque no se sabe en qué medida los resultados experimentales son parte  
del uso establecido o en qué medida lo esclarecen o en qué sentido son explicación. Y esto  
claro porque el mismo lenguaje cotidiano ofrece normalmente sus propias explicaciones  
con sus reglas establecidas para todo lo que hacemos y las explicaciones científicas traen  
nuevos condicionamientos, pero no se entiende qué es lo que se pretende con ellos. No se  
sabe cómo se relacionan con lo que se quiere explicar. ¿Se quiere acaso introducir explica-  
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ciones causales? ¿O se quiere acaso ampliar las reglas del lenguaje cotidiano para incluir  
estos otros condicionamientos? Y tampoco está claro en qué sentido los resultados de los  
experimentos se relacionan con nuestras experiencias privadas, que generalmente re-  
quieren criterios externos para medirlas, como identificar el color rojo en una tabla, pero  
que estos experimentos pretenden retratar directamente, como si reconocer colores no  
fuera una habilidad, sino una experiencias interna. Y si se quiere “retratar” a la felicidad  
¿
resultaría siendo un fenómeno interno?  
Sin embargo, no es ese el lugar que tiene en la gramática del lenguaje: porque la felicidad  
se instala por los motivos que la justifican, que son externos, como haber aprobado un  
examen, y no se la mide por las sensaciones que pueda desatar, porque esas sensaciones se  
dan porque interpretamos las emociones como si fueran percepciones internas.  
Pensamos que se dan como se dan los dolores, que tienen un inicio y un fin y se pueden dar  
sin que sepamos las causas. Pero las emociones responden a motivos y se dan mientras  
dure el motivo. Por eso la interpretación de las emociones como sensaciones es un engaño,  
esa es una interpretación gramatical equivocada.  
Si algún sentido tiene la sensación de felicidad (sin motivo que la justifique) es que esa es  
una sensación que acompaña la felicidad, pero que no es parte de las reglas de juego, como  
la felicidad que sentimos cuando estamos ebrios y que es una sensación falsa que nos des-  
pista – porque nos hace creer que somos felices, pero en realidad no lo somos. Solo oculta-  
mos la tragedia que vivimos momentáneamente. Porque la felicidad se juzga con criterios  
objetivos, no por las sensaciones que desata. Como los pensamientos se juzgan por lo que  
decimos y hacemos y los argumentos que esgrimimos, no porque nos rascamos la cabeza  
cuando nos esforzamos pensando– esos son fenómenos acompañantes que no son parte  
de las reglas, no con adultos.  
Sucede entonces que a pesar de que la filosofía de lenguaje ha dado las pautas para solu-  
cionar estos problemas conceptuales, setenta años después de la publicación de las Inves-  
tigaciones Filosóficas (Wittgenstein 2001), todavía siguen irresueltos en muchas mentes y  
eso denota trabajo científico deficiente, adhesión a prejuicios culturales y problemas con  
la ética científica.  
Otro problema mayor es el uso que se hace de las matemáticas en la física teórica para dar  
cuenta de una ley natural, que es un proceso regular. Y es un problema porque el uso de las  
ecuaciones matemáticas está mistificado. Se usa las fórmulas como símbolo de su propio  
desarrollo, para simbolizar un comportamiento regular. Y con eso se puede controlar el  
fenómeno, pero no explica la naturaleza del fenómeno, porque las fórmulas carecen de un  
mecanismo natural que explique el comportamiento que simbolizan.  
6
Revista de ciencia de la Complejidad  
En consecuencia:  
1-. Las matemáticas no son el lenguaje de la Naturaleza; creer eso es cosmovisión, no ciencia  
[el uso de las matemáticas en las ecuaciones que describen comportamientos es simbólico;  
todo sucede “como si”, pero no es ni puede haber un determinismo matemático, porque falta el  
mecanismo de intervención. Por eso pensar que la geometría mueve al mundo es creer en el poder  
de los símbolos y eso es precisamente lo que hacen las cosmovisiones]  
2
-. No hay nada malo con creer y vivir con una cosmovisión, lo hacen muchísimos pueblos  
y se puede mover sociedades y mundos completos con una cosmovisión. Y hacerlo en  
base a creencias no en base a conocimiento  
[Lo que no se puede hacer es pensar que eso es ciencia y que se actúa racionalmente y por  
conocimiento]  
3
-. La cultura occidental erró cuando apostó por la teoría. No son los conceptos abstractos  
ni las generalizaciones y leyes naturales la explicación de los entes reales  
[La teoría es la forma que toma las explicaciones de la realidad para la aristocracia griega antigua y  
cuya herencia más o menos diluida, pero aún palpable, llega a la modernidad. Es un conocimiento  
teórico-contemplativo, que se opone a la opinión común y al conocimiento del práctico, esto  
es, al uso de la razón de la gente común, enraizada en el lenguaje y la cultura cotidiana. La  
crítica a la ambivalencia semántica se la puede desmantelar fácilmente, solo ocurre cuando se  
descontextualiza el lenguaje de sus usos concretos. Y es así porque el lenguaje usa las palabras en  
tantas acepciones, porque es el contexto el que define el uso. Y por eso el sentido y la identidad  
de aquello de lo que hablamos cambia según la perspectiva que impone el contexto: la justicia que  
se aplica a niños será muy distinta de la que se aplica a adultos en pleno uso de sus facultades.  
Mientras tanto el conocimiento teórico pretende definir sus temas de manera general y encuentra  
que proceder así es “racional” y “consecuente”. Todo su proceder es así: explica sus temas con  
modelos, teorías y teoremas (en las matemáticas) que establecen las reglas más generales, a  
diferencia del conocedor práctico que trabaja con conocimientos contextualizados, mucho más  
detallados, que no se contenta con reglas generales, sino que quiere entender distintos contextos  
y los casos particulares, desde perspectivas distintas y en situaciones cambiantes, en las que las  
historias individuales juegan un rol, que es lo que hacemos en los casos cotidianos siguiendo una  
lógica práctica, es decir con fines prácticos.  
Actitud que es cuestionada porque se sostiene que los fines distorsionan la búsqueda de la verdad.  
Pero no hay razón para descartar todo lo utilitario, tener fines es inevitable, la cuestión es de qué  
fines se trata, porque los hay aceptables, los no aceptables y también hay los fines comunes, que  
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Revista de ciencia de la Complejidad  
se pueden justificar y son necesarios. No hay razón válida para estigmatizar los fines de forma  
general. En cambio, se puede cuestionar que solo las explicaciones generales sean las válidas,  
eso parece una adhesión injustificada a un tipo de explicación. Y más bien lo que sí hay que  
cuestionar es cómo la situación laboral condiciona al pensamiento de la aristocracia griega que  
estaba impedida de hacer labores manuales, y que por eso se dedica al gobierno y a desarrollar  
un conocimiento contemplativo. Pretende entonces sacar ventaja del ocio que la aparta de las  
actividades transformativas desarrollando un conocimiento que le permite adueñarse del mundo  
solo con los conceptos y fórmulas, porque sería inimaginable para ellos que el mundo siguiera la  
lógica práctica de las gentes comunes y de los esclavos. El problema es que eso es precisamente lo  
que se llama ideología, un conocimiento marcado por su origen de clase social].  
4
-. El lenguaje de la Naturaleza es práctico; en la Naturaleza particulares interactúan  
con particulares  
[Para llegar a una comprensión de la Naturaleza es necesario entender los procedimientos, es decir  
el lenguaje de la naturaleza o cómo procede. No basta describir lo que sucede y fijarlo en reglas,  
como lo hace la razón instrumental en las ciencias naturales, hay que saber cómo lo hace. Y esto  
lo sabe y lo entiende así Isaac Newton, cuando concede que no sabe qué es la fuerza de gravedad,  
pero agrega que sí puede medirla, o más bien medir sus efectos, y eso es una opción secundaria,  
una suerte de sustituto para la comprensión de lo que se quiere explicar. Pero que no debe de  
engañarnos, diciendo que las matemáticas son el principio de la Naturaleza, porque entonces la  
palabra “principio” toma un sentido metafísico, como algo que estando más allá de la experiencia,  
la domina. Y ese es un uso filosófico de los principios, que hace suponer una inteligencia universal,  
un más allá, que es justo cuando entramos en el dominio de las creencias, que hace que la expresión  
de Galileo Galilei que las matemáticas son el lenguaje de la naturaleza sea cosmovisión, mas no  
ciencia, por más hermoso que nos parezca poder deducir todo de unos principios matemáticos.  
El tema es que los principios no pueden tener significados comunes y corrientes sino en el marco  
de referencia de la experiencia cotidiana humana: otro no hay. Y por eso tenemos que devolver los  
usos a los significados cotidianos]  
5
-. La consecuencia de esta crítica de la cultura globalizada (Wittgenstein 1923, 2071,  
1
970) es que las ciencias deberían ceñirse a la lógica de la naturaleza, describir  
cómo opera, cómo funciona sin jerarquías ni plan previo, que no requiere de una  
visión de proceso, ni del “ojo de dios”; porque la manera cómo funciona es horizon -  
tal. Y esa es la lógica práctica de la Naturaleza.  
[Que eso es así está asegurado, pues algunos físicos han sido consecuentes, no se detuvieron en  
las fórmulas como límite, sino que descubrieron cómo lo hace la Naturaleza con gluones, bosones  
y fotones que explican la gran fuerza, la pequeña fuerza y el electromagnetismo. Y esa es una  
6
Revista de ciencia de la Complejidad  
muestra de lo que es el lenguaje de la Naturaleza, son esos los medios con que actúa. Falta, como  
es notorio explicar la gravedad y todos los otros 14 campos que contiene el modelo standard de la  
física teórica]  
6
-. En las ciencias sociales la lingüística del habla, que se basa en la filosofía de lengua-  
je describe cómo los hablantes son introducidos a los usos del lenguaje y cómo lo  
gestionan como personas libres y creativas: lo hacen con una lógica práctica y sin  
abandonar nunca el discurso cotidiano  
[Este es un caso privilegiado, porque solo los seres humanos tienen un lenguaje que puede referirse  
a sí mismo: lo hacen de forma práctica usualmente, cuando se refieren a los usos funcionales y  
se corrigen y pueden hacer hipótesis y formular teorías, cuando se enfocan en el lenguaje con un  
sentido literal, descontextualizado, como sucede con el lenguaje escrito o cuando la lingüística ve al  
lenguaje como “objeto” y explica el significado literal con las relaciones entre sus partes]  
7
-. De manera que el discurso cotidiano se explica a sí mismo y se convierte en el  
discurso cotidiano crítico, sin recurrir nunca a reglas explícitas y menos todavía a un  
código de reglas o a un sistema de reglas, que supuestamente rige la conducta huma-  
na, pero que no se le puede hallar ni en las neuronas ni en los genes, ni en la memoria  
de los hablantes, y que por eso no está por ningún lado y definitivamente no es parte  
de la experiencia humana  
8
-. Y eso revela la verdadera naturaleza de las explicaciones científicas: estamos afecta-  
dos por un prejuicio lógico que impone un esquema explicativo, que dice que los usos  
cotidianos deben regirse por la regla general, cuando en la práctica las coincidencias  
se dan en las aplicaciones y no en las reglas. Y cuáles son las reglas, eso es siempre  
conjeturable y será siempre así, porque lo único que es parte de la experiencia y es  
constatable son los usos y esos son compatibles con una cantidad indefinida de re-  
glas. Y en última instancia las reglas expresas son eliminables: actuamos por costum-  
bre y no por razones  
9
-. Detrás de la consistencia lógica está un modelo cotidiano de la realidad, de lo que es  
dable y no dable, de lo posible y no posible, de lo probable y no probable. Y ese mo-  
delo se sustenta en la cotidianidad y la costumbre. Y esa noción de cotidianidad es el  
supuesto de las prácticas sociales y de los usos del lenguaje; y esa cotidianidad no es  
definible, se la vive o se puede decir también: “es lo que se desprende del todo”, es lo  
que se acepta y por eso siempre se supone.  
1
0-. Y todas estas consideraciones nos ponen en la cercanía de los comportamientos y  
lenguajes animales y de los mismos sistemas ecológicos: en todos ellos se reencuentra  
versiones de la lógica práctica quedescubrimos que domina los usos del lenguaje cotidiano.  
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Revista de ciencia de la Complejidad  
Aunque claro, en el caso humano manejamos tanto la lógica discursiva, como la lógica  
práctica y también la lógica de las relaciones humanas, que es distinta de la lógica de  
las ciencias, que trata a las sociedades humanas como “objeto” de su contemplación,  
y que por lo tanto, ya solo con esa movida, las cosifica y al hacerlo distorsiona la natu-  
raleza de la vida social.  
1
1
1-. El tratamiento análogo que se le da en las ciencias a los comportamientos sociales  
expresándolos con juegos de reglas que se expresan con cálculos matemáticos para  
satisfacer condiciones de cientificidad, no es inocente porque introduce una visión  
mecanicista, que hace parecer que las acciones de los particulares fueran consecuen-  
cia de la aplicación de las reglas de un cálculo y no de decisiones personales o de un  
capricho, y esa es una forma de distorsión y reduccionismo (se pasa de la lógica de  
decisiones personales a la del mecanicismo, pasando por la aplicación de un cálculo).  
2-. Los particulares los identificamos con las estrategias y reglas del conocimiento ló-  
gico-gramatical que heredamos con nuestro lenguaje y que difiere del conocimiento  
empírico. Así los niños conocen a sus padres y pueden reconocerlos, pero no saben  
nada de ellos. Eso que podrían saber depende de su experiencia, no de su lenguaje.  
La convivencia en un mundo multipolar  
1
3-. ¿Y todo esto es cierto? El pensamiento de los pueblos tribales, pero también la tradi-  
ción de los sofistas creó un pensamiento y demostraron cómo es posible pensar en  
circuitos. Lo cierto es que hay personas que viven con esas creencias en esos circuitos  
de energía, en los que las identidades tienen esos cambios de aspecto y eso funciona.  
Y no hay razón para ponerlo en duda mientras funciona y da cuenta de los hechos.  
Mientras que en otras culturas podemos dar cuenta de los hechos con conocimien-  
tos, pero eso no evitará que también basemos la vida en creencias y con otras metá-  
foras, que también funcionarán en alguna medida y en alguna medida distorsionan la  
búsqueda de la verdad.  
1
1
4-. Lo que hay que recalcar es que la vida no solo es posible en base al conocimiento  
científico; esa es solo una posibilidad y una posibilidad de riesgo que en menos que  
quinientos años ya se ha convertido en una amenaza para la vida; en cambio la gestión  
práctica puede incorporar y de hecho lo hace, una dimensión ética y es eso lo que la  
caracteriza.  
5-. La razón instrumental no supo detenerse en el intercambio con los sistemas ecológi-  
cos, que es a donde llegan los conocimientos de los pueblos, y avanzó hasta la compo-  
sición de la materia, y eso le permitió incrementar la efectividad de transformación  
en mucho, pero a su vez también incrementó el riesgo de destrucción total, destruc-  
ción del mismo sistema de vida. Y por eso el mandato ético en la situación actual no  
es solo alcanzar el bien, sino sostener el Sistema de Vida del Planeta, el único que  
tenemos, de manera que la búsqueda de la verdad no puede desligarse de la ética.  
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Revista de ciencia de la Complejidad  
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6-. El intelecto humano jerarquiza y subordina, siguiendo los esquemas de poder en sus  
propias sociedades; así se entiende la realidad en los estados, subordinándola a prin-  
cipios y leyes. Y eso se refleja en su noción de “naturaleza” que introduce, por ejemplo,  
una pirámide, donde las funciones de las especies son horizontales. En los sistemas  
ecológicos y en las sociedades humanas que mantienen la forma espontánea de orga-  
nización humana, que es la organización tribal, lo que hay es una función regulativa  
que vela por el todo y que actúa regalando, iniciando intercambios, asumiendo tareas  
que son necesarias para que la sociedad funcione. Pero esa función regulativa, que  
ahora ejercemos aquí con este escrito, fácilmente puede confundirse con una jerar-  
quía o autoridad. En los pueblos el poder político es regulativo y se inserta en siste-  
mas de intercambio que lo atan a la reciprocidad. Y obviamente su lenguaje político  
es distinto al de las democracias modernas.  
1
1
7-. Porque la lógica de aprendizaje es distinta entre los miembros de estos pueblos; no  
entienden ni saben seguir los proyectos formulados con la planificación estratégica,  
que es cómo actúa la razón instrumental para ordenar todas las acciones a cumplir  
bajo un objetivo y alinear todas las metas al objetivo. Pero eso es así para los que están  
inmersos en la razón instrumental y les parece tan racional, que no tiene ningún sen-  
tido, si lo que se espera es que alguien inicie lo que se quiere alcanzar para responder  
a esa jugada con otra en un proceso de mutuos acomodos, sin que nadie imponga  
objetivos a nadie.  
8-. Lo que podemos aprender de los pueblos que no fueron conquistados o que se resis-  
tieron y mantuvieron su organización tribal originaria, es cómo las sociedades hu-  
manas gestionan su relación con su ambiente de forma horizontal, con una lógica de  
intercambios equitativos, que controla la tasa de reproducción humana y el uso de  
recursos y por eso da lugar a que la resiliencia espontánea de los sistemas ecológicos  
y las especies se recupere.  
[Y es esta lógica de intercambios la que gestiona la sostenibilidad socio-ambiental, por lo menos  
idealmente. Y que las culturas implementan. Basándose primero en la semantización del mundo,  
con la adquisición del lenguaje cotidiano y de los conocimientos cotidianos para las cosas comunes  
de la vida, que es un estrato compartido y universal con todos los grupos humanos. Sigue luego  
la introducción a la cultura con todos los patrones culturales y la introducción de conocimientos  
prácticos especializados para los temas que lo requieren en su propia formación profesional, como  
el uso de medicinas, de venenos para la caza y la pesca, construcciones, manufacturas etc. Y luego  
está la gestión simbólica de la sociedad-ambiente, que es metafórica. Pero su metaforización está  
muy apegada conceptualmente a la auto determinación que caracteriza a los seres vivos, a las  
especies y a los sistemas ecológicos. Es una metaforización muy apegada al concepto, porque es el  
ejemplo que ilustra la regla, a diferencia de las metaforización en las culturas occidentales, con sus  
mecanismos y las fórmulas matemáticas que vuelta los simbolizan en un segundo orden]  
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1
9-. Si muchos pueblos usan de la metáfora organicista para manejar la gestión con el ob-  
jetivo de que la sociedad-ambiente sea sostenible, hay que mencionar que el uso del  
desarrollo de una fórmula matemática para predecir el curso natural de las cosas es  
igualmente simbólico y metáfora. Solo que en este caso el modelo es mecanicista, y  
está por cierto bastante más alejado de la autodeterminación de los seres vivos, que  
es lo que Aristóteles llama alma, y que no solo aplica a los organismos, sino a los sis-  
temas ecológicos y al sistema de Vida en su conjunto, de los que la biología contempo-  
ránea puede darnos una imagen bastante aproximada.  
2
0-. Esto quiere decir que el poder predictivo de las ciencias y de las leyes naturales tam-  
bién es metafórico, y que consiste en asignar a la naturaleza el poder de resolver ecua-  
ciones, cuando esa es una habilidad exclusiva del intelecto humano. Y que la aplica-  
ción de las matemáticas es solo simbólica, pues todo ocurre como si estuviera regido  
por las matemáticas, pero no lo está. Y entonces hay que preguntarse, cuál es la lógica  
que rige la Naturaleza y adecuar las descripciones a esa.  
2
2
1-. La ventaja de los pueblos que se resistieron a la conquista es que su lógica práctica es  
más cercana a la de la naturaleza con la que interactúa, mientras que la lógica occi-  
dental sigue una lógica jerárquica y vertical, cuando pretende apoderarse del mundo  
con el concepto. Y es eso lo que las filosofías orientales le han criticado a las ciencias  
eurocéntricas: que tienen mucho poder, pero poca comprensión.  
2-. Porque si devolvemos las fórmulas matemáticas a su uso cotidiano, las fórmulas se  
usan para dar a conocer qué exactamente estamos entendiendo en ese momento.  
Y así el uso cotidiano nos aclara la función que tienen las fórmulas en la comuni -  
cación, que no es representar un desarrollo objetivo. Ese no existe o no puede ser  
controlado solo por una fórmula, sino por todas las prácticas y habilidades que im -  
plican las matemáticas.  
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3-. Las naciones que tienen una gran diversidad cultural tienen la opción de construir  
su propio futuro sobre bases interculturales: oficializando las instituciones tradicio-  
nales y la producción y transmisión de conocimiento tradicional, con el efecto que  
se suspenda toda forma de subordinación o exclusión cognitiva y se equipare para  
todo efecto la producción de conocimiento practico y teórico. De modo que se sientan  
las bases institucionales para generar un sistema científico tecnológico propio, que  
revierta la situación semi colonial y de sumisión en que se encuentran sus institucio-  
nes, desde los mismos ministerios de estado, sus universidades privadas y nacionales  
(
estatales), los institutos tecnológicos y pedagógicos, la gestión de la investigación e  
innovación de conocimiento en instituciones como el CONCYTEC en el Perú, que en  
todo favorece la anexión de la producción científica a los estándares internacionales,  
cuando su labor era la contraria, la construcción de un sistema científico tecnológico  
propio. Y entonces habría que revertir el entreguismo y trabajar para que los estados  
puedan contar con una autonomía económica que les permita tanto arreglar sus pro-  
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Revista de ciencia de la Complejidad  
pios asuntos internos, en lugar de exhibir al mundo sus incapacidades, y entonces  
aparecer ante el mundo como países productores de culturas, con sus propios para-  
digmas de ciencia y de bienestar. Y para eso obviamente el trabajo en Interculturali-  
dad es la oportunidad que se ofrece.  
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4-. Dado que la tecnocracia ejerce violencia epistemológica a través de las instituciones  
del estado, estas instituciones son las responsables de la división del país, del racis-  
mo y la intolerancia; son estas instituciones oficiales las que han fomentado el fun-  
damentalismo científico, religioso, imbuidos de una fe única en que el único camino  
posible era el trazado por la Modernidad. Y este camino se apoya prácticamente solo  
en el desarrollo de la tecnología. Mientras que Horkheimer y Adorno se apoyan en el  
arte para contrapesar a la tecnología y ello ocurre también con el indigenismo andino  
y mexicano, no se avizora todavía ni siquiera como posibilidad la existencia de una  
lógica práctica, aunque fue demostrada hace ya más de setenta años.  
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5-. Y hay que conceder que finalmente esa lógica práctica puede ser valiosa, porque es  
con esa lógica que la naturaleza opera. Y que seguro también se puede crear unas  
matemáticas que operen con la lógica práctica, con la que usa Heráclito para exponer  
equivalencias entre significados, que no son objetos con cualidades, y que algún día  
se llegue a descubrir la lógica con la que opera la memoria procedimental y que la  
lógica del aprendizaje indígena permita descubrir cómo realmente opera el cerebro y  
cómo se entienden las cosas; que en eso consiste inteligir, que no en resolver proble-  
mas, sino en entenderlos.  
6-. Una consecuencia de estas reflexiones es que el estudio de la lógica de los cuerpos  
siderales, del Sistema de Vida y de las sociedades humanas y sus lenguajes sustituya a  
las ciencias, porque tiene mayor poder explicativo, es más rigurosa y coherente. Y en-  
tonces la práctica de las ciencias pasará a la historia con la civilización que pretendió  
apropiarse de la razón para usarla como instrumento de poder; pero que cegada por  
el poder que le da la razón instrumental (Horkheimer, Adorno) no pudo descubrir el  
verdadero lenguaje de la Naturaleza, el verdadero lenguaje de la vida y el de las orga-  
nizaciones sociales con sus lenguajes concertados.  
7-. En contraste con la razón teórica, la razón práctica de los pueblos no busca desentra-  
ñar la Naturaleza y llegar a analizar la materia: definen los objetivos de la vida social  
enfocándose en la gestión de los sistemas ecológicos y pretenden convivir con esos  
sistemas en un sistema de intercambios que busca la sostenibilidad como objetivo. Se  
trabaja con aproximaciones funcionales, no con conocimientos explícitos, y se prue-  
ba in situ, no en situaciones experimentales artificiales, lo que resulta en una ven-  
taja, porque se trabaja con todas las variables, incluyendo las no reconocidas en ese  
momento, que siempre puede haber y por eso se llega a resultados más estables que  
los de la ciencia, que renuevan sus enfoques constantemente, por muchas razones,  
incluyendo nuevas variables, lo que resulta en un constante cambio e inestabilidad.  
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Revista de ciencia de la Complejidad  
La investigación sistemática permite a las ciencias llegar a las causas, y por eso transfor-  
mar la realidad. La gestión práctica tiene otras ventajas, se orienta a la gestión de los efec-  
tos, y ello implica las repercusiones en las personas y el medio, de manera que tiene una  
ligera ventaja metodológica, en que estará más atenta a los efectos personales y ambienta-  
les indeseables y el trabajar con condiciones naturales, no artificiales finalmente permite  
obtener resultados más permanentes.  
Con estas reflexiones no pretendemos combatir el espíritu que ha animado a las ciencias,  
la búsqueda de la claridad de las ideas, el apego a la experiencia y el rechazo a la especu-  
lación, pero sobre todo se trata de aprender a entender los lenguajes de la naturaleza y no  
solo de dominar o controlar fenómenos, sino de entender cómo funcionan, que es distin-  
to que solo saber qué sucede. La obtención de poder no ha hecho bien a las prácticas de  
la ciencia, porque la ha dispuesto a aceptar cualquier avance, en cualquier medida, aun  
cuando éste estaba marcado por maniobras y metáforas culturales, que le restaban uni-  
versalidad, aunque le traían acogida fácil.  
Se trata, por lo tanto, de reorientar la producción de conocimiento hacia objetivos mejor  
definidos, porque investigar la lógica de la Naturaleza nos propone ser más apegados a la  
realidad, reconocer y validar la experiencia, crecer en términos metodológicos, desarro-  
llar instrumentos más refinados, ser más comprensivos, rigurosos y consistentes.  
Se trata también de preparar a la ciencia para un ejercicio más universal, que supere los  
límites de culturas y épocas, que encuentre las formas de cómo poner en diálogo distintas  
formas de pensar, de actuar, de valorar conocimiento y de diseñar culturas. Se trata de  
prepararnos para un mundo multipolar, en el que actuarán diversas propuestas de rea-  
lización humana, en el que el uso de diversas lógicas será cotidiano, y en el que influirán  
diversas instituciones y maneras de vivir. Y en el que el discurso cotidiano cobrará el lugar  
que le corresponde como el lugar de todos los encuentros – y cierto, también de los des-  
encuentros, pero que a su vez es el lugar en que se pueden explicar todas las posiciones  
y se puede llegar a entenderlas. Mientras que los lenguajes especializados, mientras más  
especializados, menos universales.  
La búsqueda de la razón es importante, pero no es lo único que vale en la vida. Y el uso sim-  
bólico de la razón para oprimir y subordinar pueblos es un uso execrable que reclama una  
rehabilitación de aquellas culturas reprimidas y que solo podrán ser rehabilitadas en base  
a formas de diálogo interculturales y un intercambio más equitativo, que incluye el reco-  
nocimiento de una deuda por haber sido colonizado y suprimida su autonomía política  
usando de la fuerza. Descartemos la búsqueda de absolutos y desentrampemos el camino  
hacia la convivencia y la cogestión, tanto en la relación sociedad-naturaleza como con las  
relaciones entre sociedades.  
El enriquecimiento de las ciencias sociales por la investigación de las prácticas comunica-  
tivas y de intercambio social es el mayor aporte a estas ciencias, como lo es el reencontrar  
las explicaciones sustanciales en la mecánica teórica y el descubrimiento de la perspecti-  
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va ecológica en las ciencias de la vida. La propuesta es reorientar la investigación hacia la  
lógica de la naturaleza, mientras que se amplia y fortalece el intercambio y el diálogo con  
otras culturas, buscando los puntos de enlace y enriqueciéndonos con las diferencias.  
A modo de conclusiones  
La crítica de la cultura delata la violencia epistemológica, y por lo tanto la mala ciencia que  
se produce, que falsifica la realidad, porque no se adecúa a la lógica con que esa realidad  
se produce y reproduce a sí misma: se la ve estática, producto de leyes, no de su propia  
dinámica, generándose en este su generar que es su proceso. Y se cree que el reprodu-  
cirla artificialmente a partir de un cálculo o un juego de reglas racionalizado, es todo lo  
que se requiere. Pero no es así: la perspectiva genética es esencial a los temas de los que  
hablamos. No basta describir el resultado: los discursos de los hablantes, la economía de  
los actores económicos, la salud de los seres saludables, es necesario saber cómo lo hacen  
con sus propios medios. Porque de eso se trata, de acercarse más a la realidad para compe-  
netrarse con ella, para entenderla en los mínimos detalles. Y entonces dejamos atrás las  
aproximaciones gruesas y descubrimos las maneras tan diversas como está constituida  
esta realidad y las perspectivas desde las que se la puede entender.  
Es interesante que la violencia que ejerce la razón instrumental se dirija contra otros pue-  
blos, contra otras maneras de hacer las cosas, pero también contra la misma naturaleza,  
porque se pervierte la misma percepción de cómo funciona la naturaleza, cuando nos ha-  
cemos dependientes de patrones lógicos que se imponen como si todo se explicara redu-  
ciendo lo particular a lo general, cuando en realidad la lógica que opera es otra: lo que  
hemos descubierto es que el mundo se mueve con una lógica práctica. Y eso significa una  
crítica para una civilización caduca, pero también abre muchas oportunidades de investi-  
gación que de otra manera se nos escapan.  
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