RICCE, 202ꢃ Voꢄ. 2 Nꢅo 3: ꢆꢁꢁꢂꢀ://dꢇi.ꢇrg/ 1ꢈ.48168/RICCE.vꢉnꢊꢂ45  
https://reviꢀꢁaꢀ.ulaꢀalle.edu.ꢂe/ricce  
EDUCACIÓN FORESTAL EN EL PERÚ Y  
COMPLEJIDAD  
FEcha dE rEcEp ción: 12-07-24 / FEcha dE acEp tación: 16- 08-24  
Rodrigo Severo Arce Rojas  
univErsidad nacional dE ingEniEría.  
Correo electrónico: rarce@uni.edu.pe - rarcerojas@yahoo.es  
ORCID: http://orcid.org/0000-0003-0007-7174,  
rEsumEn  
El presente artículo trata de la revisión de la educación forestal en el Perú desde el enfoque  
de la complejidad. Se trata de un proceso de reflexión a partir de la participación en un  
proceso nacional de revisión de la política de bosques y de un proceso de revisión mun-  
dial de la educación forestal liderado por organizaciones internacionales. De la reflexión se  
concluye que el enfoque de la complejidad, desde las vertientes de ciencias de la compleji-  
dad y del pensamiento complejo, abren muchas posibilidades al sector forestal al incorpo-  
rar una visión de sistemas complejos adaptativos y una perspectiva filosófica que le ayuda  
a encontrar el sentido a una educación forestal que a la fecha se había orientado funda-  
mentalmente al aprovechamiento forestal y a la conservación de los bosques pero con un  
carácter fuertemente sectorial y disciplinario. Aunque en la práctica los profesionales fo-  
restales van adquiriendo la actitud interdisciplinaria todavía es incipiente este abordaje  
desde la educación forestal. La complejidad de la realidad obliga a los profesionales fores-  
tales a incursionar en otras perspectivas disciplinarias pero que no está suficientemente  
motivada desde la propia educación forestal que mantiene la tradición disciplinaria de la  
ciencia.  
Palabras claves: Bosques, complejidad, educación, epistemología, pensamiento comple-  
jo, ontología.  
abstraCt  
Thisarticledealswith thereview of forestryeducationinPerufromacomplexityapproach.  
It is a reflection process based on the participation in a national forest policy review pro-  
45  
Revista de ciencia de la Complejidad  
cess and a global review process of forestry education led by international organizations.  
From the reflection, it is concluded that the complexity approach, from the complexity  
sciences and complex thinking aspects, opens many possibilities to the forestry sector by  
incorporating a vision of complex adaptive systems and a philosophical perspective that  
helps to find the meaning of a forestry education that to date had been mainly oriented  
to forest harvesting and forest conservation but with a strongly sectorial and disciplinary  
character. Although in practice forestry professionals are acquiring an interdisciplinary  
attitude, this approach to forestry education is still incipient. The complexity of reality  
forces forestry professionals to venture into other disciplinary perspectives, but this is not  
sufficiently motivated by forestry education itself, which maintains the disciplinary tradi-  
tion of science.  
Keywords: Forests, complexity, education, epistemology, complex thinking, ontology.  
1
. introduCCión  
Según Barton (2001), tal como es citado en Hakamada et al. (2023: 1), las escuelas fores-  
tales surgieron en 1811 en Alemania, con el fin de gestionar la explotación desordenada  
de los recursos forestales con fines de aprovisionamiento de madera para las necesidades  
familiares (construcción, energía, tierras agrícolas) y de la industria. El concepto de ren-  
dimiento sostenido de los bosques fue desarrollado por los alemanes Hartig (1791) y Cotta  
(
1817) (Peter, 2000). En el Perú la primera Facultad de Ingeniería Forestal se creó en la  
Universidad Nacional de Centro (1959) y posteriormente se creó la Facultad de Ciencias  
Forestales de la Universidad Nacional Agraria La Molina (1963). Actualmente se ha diver-  
sificado y existen facultades agroforestales, y las que integran las ciencias forestales con  
las ciencias ambientales. La orientación general de las facultades forestales en el Perú está  
dirigida a la conservación y al aprovechamiento sostenible de los recursos forestales. Con  
relación al aprovechamiento de bosques se puede observer la siguiente secuencia históri-  
ca: extracción forestal, manejo forestal, manejo forestal sostenible (o responsable) (que  
puede o no estar certificado). En los últimos años, además del interés fundamental en la  
madera, en el sector ha incursionado en los mercados de carbono. Según Aguirre (2015, p.  
1
8):  
La tendencia en el siglo XXI es manejar el bosque en el marco de una visión ecosistémica,  
paisajista, integral, participativa y de uso múltiple, orientado a la obtención del rendimiento  
sostenido de los diversos productos, bienes y servicios que ofrece, con el fin de mejorar las  
condiciones y calidad de vida de la sociedad.  
El sector forestal peruano acusa grandes problemas como la deforestación, la tala ilegal,  
el comercio ilegal de fauna silvestre, pérdida de la biodiversidad forestal, corrupción fo-  
restal, entre otros. Desde una perspectiva económica se diría más bien que los principales  
46  
Revista de ciencia de la Complejidad  
problemas del sector forestal refieren a la balanza comercial deficitaria y al poco aporte al  
Producto Bruto Interno del país.  
Como es habitual en políticas públicas los objetivos del desarrollo forestal se encuentran  
en las políticas nacionales y en la legislación forestal y de fauna silvestre y es a partir de  
estas consideraciones que se realizan los diagnósticos, caracterizaciones y se plantean las  
estrategias y acciones para avanzar en el desarrollo forestal. Al contar con un marco esta-  
blecido de referencia no se realiza una reflexión más profunda sobre las propias bases de  
las apuestas de desarrollo forestal. De otro lado, los contenidos de la educación forestal  
son un reflejo del diagnóstico de la realidad forestal y a su vez la educación forestal alimen-  
ta los procesos de implementación de las políticas forestales. Por ello se puede afirmar que  
educación forestal e implementación forestal se co-determinan mutuamente aunque no  
necesariamente de manera sincronizada pues la estructura que hace posible la educación  
forestal tiene ritmos más lentos que la implementación en el campo.  
Es propósito del presente artículo reflexionar sobre la educación forestal en el Perú desde  
una perspectiva de la complejidad (pensamiento complejo y ciencias de la complejidad)  
para contribuir a las discusiones sobre la reforma de la educación forestal. Asimismo, se  
da cuenta que está en proceso la revisión de la educación forestal a nivel internacional  
promovido por Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultu-  
ra (FAO), la Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal (IUFRO) y la  
Organización Internacional de las Maderas Tropicales (OIMT). Se toma como antecedente  
el Estudio de la oferta educativa y demanda laboral en el sector Forestal a nivel nacional  
desarrollado por el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR). (2016), así  
como otros estudios realizados previamente sobre educación forestal en el Perú (Arce,  
2014, 2020a).  
2
. matErialEs y método  
El artículo de revisión es de carácter reflexivo, cualitativo e interpretativo. Las reflexio-  
nes provienen de la participación activa en 9 reuniones virtuales del proceso de discusión  
2
Hacia una nueva política nacional forestal” que se realizó entre marzo y agosto del año  
021 y que fue organizado por la Cámara Nacional Forestal, el Colegio de Ingenieros del  
Perú y la ONG AIDER. Asimismo en la participación en la Conferencia Internacional sobre  
educación forestal realizada entre el 22 y 24 de junio del año 2021, evento que fue organi-  
zado conjuntamente por FAO, IUFRO y la OIMT. Se complementa con revisión bibliográfica  
especializada y la experiencia del autor en educación y desarrollo forestal. La pregunta  
que guía la investigación es ¿De qué manera el enfoque de complejidad enriquece la edu-  
cación forestal en el Perú? Se señala que la educación forestal en América Latina comparte  
el mismo enfoque que en el Perú por lo que los aportes son extensivos a nivel continental.  
Para el efecto se desarrolla en primer lugar una contextualización, se revisan los marcos  
47  
Revista de ciencia de la Complejidad  
paradigmáticos, epistemológicos, ontológicos, el marco sectorial de la administración pú-  
blica, el marco geopolítico de la educación forestal, educación forestal y complejidad. A  
partir de esta reflexión se hacen discusiones y se extraen conclusiones.  
3
3
. rEsultados  
.1 ContExtualizaCión  
Bajo la situación actual de crisis civilizatoria no es posible realizar ninguna actividad pro-  
ductiva humana sin vincularlo con la situación actual del planeta que no puede soportar  
el modelo de desarrollo hegemónico (Galafassi, 2017). Según Richardson et al. (2023) la  
civilización humana ha superado 6 de los 9 umbrales ecológicos entre los que se encuen-  
tran la crisis climática, el exterminio de la biodiversidad, el cambio de uso de la tierra, la  
alteración de los ciclos del fósforo y el nitrógeno, la contaminación química, el consumo  
de agua dulce. Además se suman otros problemas globales como tendencia mundial que  
afectarán la educación, entre ellas la educación forestal (Bitar, 2015). En tanto los bosques  
y otros ecosistemas forman parte fundamental para hacer frente a estos problemas se re-  
quiere que los forestales amplíen la mirada hasta llegar a la escala planetaria. Asimismo  
se requiere que se amplíe la conciencia humana para ampliar la comunidad moral hacia  
la vida no humana y con la propia naturaleza. Esta llamada ya había sido realizada a me-  
diados del siglo pasado por Aldo Leopold quien habló de la ética de la tierra y la necesidad  
de reconocerse como una única comunidad moral (Nelson, 1998). La Carta de la Tierra  
del año 2000, promovida por la Comisión Mundial de las Naciones Unidas para el Medio  
Ambiente, también considera como uno de sus principios cuidar la comunidad de la vida  
con entendimiento, compasión y amor (SEMARNAT, 2007). En la práctica una visión colo-  
nizadora de la naturaleza ha llevado a poner en riesgo de extinción en los próximos años  
hasta un millón de especies (IPBES, 2019). Por ello la ONU plantea la necesidad de hacer las  
paces con la naturaleza y para tal efecto se requiere “Abordar de forma conjunta las emer-  
gencias ambientales de la Tierra y el bienestar humano” (Programa de las Naciones Uni-  
das para el Medio Ambiente, 2021, p.33)  
Los diagnósticos y caracterizaciones que se realizan al sector forestal toman en considera-  
ción aspectos biofísicos, aspectos legales y administrativos, entre otros, pero no abordan  
el complejo conformado por paradigmas, creencias, valores y sentidos que se encuentran  
entre los actores involucrados en el sector forestal. Esta dimensión del desarrollo no ha  
sido lo suficientemente abordada porque se parte la premisa de modelos de desarrollo  
estandarizados y de conceptos institucionalizados que se piensan no ameritan mayor re-  
flexión, discusión o debate. Con esta posición se recorta las posibilidades de identificar  
las raíces profundas de la crisis del sector forestal. Una educación forestal enfocada en  
su objeto de trabajo (los bosques) tampoco revisa la base paradigmática, epistemológica  
y ontológica con las cuales se operacionaliza pues se considera que estos son objetos de  
48  
Revista de ciencia de la Complejidad  
estudio de otras disciplinas.  
En el país la principal orientación de la educación forestal está por el qué hacer y cómo  
hacer. La orientación por qué se piensa, por qué se habla y se actúa de una determina-  
da manera está menos visible. En consecuencia las principales preocupaciones son: ¿Qué  
es?, ¿Cómo se aplica? ¿Para qué se aplica? ¿Cómo podría aplicarse mejor?. Las preguntas  
¿
Cómo hemos llegado a este conocimiento?, ¿Por qué lo hacemos de esta manera? Prácti-  
camente no son perceptibles. Una de pregunta de fondo también genera respuestas disí-  
miles: ¿Para qué trabajamos? ¿Para quién trabajamos? La aparente obviedad de las res-  
puestas no favorece reflexiones más profundas que lleven a poner de relieve el sentido y la  
trascendencia del sector forestal. La incorporación de preguntas “obvias” en la educación  
forestal remite al campo de la filosofía con su dosis de cuestionamiento y búsqueda de  
sentido. De ahí la necesidad de revisar el marco epistémico y ontológico de la educación de  
las ciencias forestales.  
3
.2 marCo paradiGmátiCo  
Un paradigma es un conjunto de creencias, ideas, valores y saberes compartidos colecti-  
vamente, es decir, usados, implícita o explícitamente, por una comunidad (Marín, 2007).  
Es una manera de ver y concebir al mundo (Kuhn, 2004). Por tanto, se puede afirmar que  
es un modelo onto-epistemológico que actúan como patrón o guía de pensamiento y ac-  
tuación durante un cierto periodo de tiempo (Bribiesca y Merino, 2008).Existe una corres-  
pondencia entre paradigmas, pensamientos, sentimientos, discursos y actitudes (Ventre-  
lla, 2001) y es posible identificar los grandes paradigmas que gobiernan el pensamiento,  
los discursos y las acciones de los actores involucrados en el sector forestal.  
En el Perú, el paradigma dominante en el sector forestal es el siguiente:  
El sector forestal en el país es muy importante tanto por la cobertura de bosques como  
por el potencial de mayor contribución a la economía regional y nacional. Para hacer que  
el sector plasme de manera concreta su contribución a la economía nacional debe ser alta-  
mente productiva y competitiva (Palomino et al. 2015). Como sector económico productivo  
debería ubicarse en una jerarquía administrativa más alta y no debería estar limitado por  
sobrerregulaciones y por ecologistas extremos que terminan afectando la rentabilidad  
económica de las operaciones forestales en los bosques naturales. En cuanto a las planta-  
ciones forestales además de lo arriba señalado se debería considerar programas de finan-  
ciamiento e incentivos y modelos asociativos empresariales que favorezcan la inversión  
forestal.  
49  
Revista de ciencia de la Complejidad  
3
.3 marCo EpistEmolóGiCo  
Alude a cómo se ha llegado al conocimiento actual que sustenta las ciencias forestales. Ello  
requiere tanto de un ejercicio histórico del desarrollo de las ciencias forestales y el con-  
texto político, socioeconómico y cultural que la ido configurando en el tiempo. Se puede  
entender entonces cómo las ciencias forestales se inscriben en el marco de la ciencia posi-  
tivista por lo que puede caracterizar como disciplinaria, disyuntiva, reductiva, mecanicis-  
ta, lineal y determinista. Aunque pueda mayormente inscribirse en el marco comúnmente  
entendido como ciencias naturales y pretende tener un mayor acercamiento a las ciencias  
económicas y en menor medida por las llamadas ciencias sociales y humanidades.  
No obstante, hay que aclarar que la división entre ciencias naturales y ciencias sociales  
es artificial (Triana, 2023), pues actualmente, como señala de Santos (2021, p.65) la dis-  
tinción entre naturaleza y cultura es más cultural que natural pues todo conocimiento  
científico natural es científico social (De Sousa Santos, 2021, p.70).  
Es indudable que el enfoque disciplinario ha sido fundamental para los grandes logros tec-  
nocientíficos que ha alcanzado la humanidad. En tal sentido el enfoque disciplinario ha  
sido, es importante y lo seguirá siendo en el futuro. No obstante, el enfoque disciplinario  
presenta límites frente a la complejidad de la realidad. Es el caso de los grandes problemas  
de frontera atribuibles al sector forestal tales como la deforestación, la tala ilegal, el co-  
mercio ilegal de la fauna silvestre, entre otros, son complejos y demandan abordajes más  
estructurales, más multi e interdimensionales que no pueden atenderse desde una pers-  
pectiva reduccionista del llamado sector forestal. Como ya lo señalaba Nair (2004, p.8):  
La educación forestal y la silvicultura en su forma actual podrían así verse presionadas por dos  
flancos: lo que ahora se considera como conocimientos forestales especializados pasará a ser de  
dominio público, fácilmente accesible y mejor integrado a nivel del terreno, mientras que los  
adelantos en las zonas fronterizas de la tecnología requerirán una especialización mucho más  
allá del ámbito actual de la educación forestal.  
Significa entonces que más allá de una apuesta racionalista se da pie a la sensibilidad, a  
las emociones, a las intuiciones, a la imaginación. Resultan de fundamental importancia  
las capacidades de admiración, asombro e incluso capacidad para disfrutar de la belleza o  
capacidad para la indignación frente a la fuerte corrupción enraizada en el sector forestal  
peruano.  
3
.4 marCo ontolóGiCo  
Las ciencias forestales actuales se inscriben en el marco de la ontología disyuntiva que  
separa al ser humano de la naturaleza. Esta situación se manifiesta en un antropocentris-  
mo de carácter utilitarista pues reduce a la naturaleza a la condición de proveedora de  
5ꢈ  
Revista de ciencia de la Complejidad  
recursos naturales (recursos forestales, capital natural, bienes y servicios) para satisfacer  
las necesidades humanas (Bosi, 2005; Rodríguez, 2002). En esta perspectiva modernista  
se busca conocer la naturaleza para dominarla y controlarla (De Sousa Santos, 2021, p.33).  
La historia económica demuestra cómo el origen de la creación de la riqueza ha ido varian-  
do desde la tierra, el trabajo hasta llegar al capital producto de la mercantilización de la  
naturaleza. Bajo el enfoque del capitalismo hegemónico los diversos capitales son perfec-  
tamente sustituibles por criterios de rentabilidad. Bajo estas consideraciones se justifican  
la conversión de bosques hacia otros usos. De ahí que el enfoque de la educación forestal  
todavía mantiene una relación colonialista sobre la naturaleza (los bosques). El marco on-  
tológico a su vez convoca a la Bioética Forestal disciplina prácticamente ausente en las  
discusiones sobre desarrollo forestal.  
Para el sistema capitalista neoliberal en el que se inscribe el sector forestal la separación  
física y afectiva del ser humano de los bosques facilita las expresiones clásicas de desarro-  
llo forestal. Es mucho más fácil y económicamente rentable. Bajo este contexto incorporar  
la afectividad ambiental de la Bioética Forestal es considerada no pertinente.  
La ontología disyuntiva entre el ser humano y la naturaleza (los bosques) se explica por  
la conjunción de la epistemología clásica de la ciencia normal, la política y la economía  
(
Pérez, 2013).  
En consecuencia se entiende que el principal resultado de la educación forestal es que los  
egresados desarrollen competencias para la producción forestal, la transformación y la  
conservación de bosques, aunque producción y transformación podrían agruparse en una  
orientación y la conservación de bosques en otra orientación. Últimamente ha cobrado  
interés el tema de la restauración forestal.  
Mientras el marco ontológico disyuntivo se muestra sólido y absolutamente necesario  
para promover el desarrollo forestal existen corrientes de pensamiento que están en la  
búsqueda de alternativas al desarrollo a partir del reconocimiento de las ontologías re-  
lacionales, es decir, el reconocimiento de otras formas de concebir la relación sociedad  
naturaleza (Escobar, 2005; Escobar, 2014; Ulloa, 2004; Gudynas, 2011). De tal manera que  
se verifica un giro ontológico desde el antropocentrismo al Biocentrismo, o lo que es lo  
mismo decir, la necesidad de poner la mirada en el respeto profundo a toda manifestación  
de vida en la tierra (Maldonado, 2019). Ello implica la necesidad de revisar los marcos epis-  
temológicos que gobiernan el pensar y actuar de las instituciones forestales e incorporar  
las perspectivas procedentes de la diversidad cultural que caracteriza el país (Pérez, 2013).  
De otro lado existen sectores desde la conservación de bosques que relativizan la narrativa  
arriba señalada y tienen tres matices en cuanto a su visión del bosque:  
Más importante que los bosques se destinen a la producción es que los bosques gene-  
ren valor a partir de sus servicios ecosistémicos (diferentes a los bienes maderables).  
5
1
Revista de ciencia de la Complejidad  
Opciones de conservación productiva resuelven las tensiones entre producción y con-  
servación  
La producción forestal está estrechamente interrelacionada con la conservación y solo  
en la medida en que ambos conceptos vayan juntos se puede hablar de manejo forestal  
sostenible.  
Una reciente tendencia alude a que el valor de los bosques no se refiere únicamente a su  
utilidad económica para satisfacer las necesidades humanas sino que los bosques tienen  
valores intrínsecos porque albergan vida (Gómez et al., 2016); Arce, 2023). En ese sentido  
se está recuperando el hecho que los bosques no solo son valiosos únicamente por la ma-  
dera sino por la diversidad de valores existentes en la sociedad, es decir, además de valo-  
res económicos, tienen valores culturales, espirituales, estéticos, educativos, psicológicos,  
entre otros (MaCqueen, 2004; Rolston y Coufal, 1991). Explícitamente el informe de la FAO  
del 2018 sobre el estado de los bosques del mundo reconoce que los bosques contribuyen  
sustantivamente a los diferentes Objetivos de Desarrollo Sostenible (FAO, 2018).  
En tal sentido la identificación de paradigmas es útil para promover amplios procesos de  
diálogo y debate, más allá inclusive de los marcos políticos y legales actuales. La situación  
de crisis ambiental y los grandes problemas de frontera del sector forestal ameritan tal  
reflexión y generación de propuestas de acciones transformadoras.  
3
.5 El marCo sECtorial dE la administraCión públiCa  
La educación forestal se enmarca en la lógica de la administración pública nacional que se  
organiza por sectores y que es legitimado por las funciones y competencias de las institu-  
ciones. La gestión pública refuerza este sentido de sectorialidad en tanto el Código de Ética  
del Servidor Público exige lealtad y obediencia a las funciones encargadas (Ley del Código  
de Ética de la Función Pública, Ley N° 27815, de agosto del 2002). Aunque las funciones  
y competencias contribuyen al orden, la disciplina y la predictibilidad produce cegueras  
respecto a la realidad compleja. Aunque existen otras modalidades de articulación como  
Comités Multisectoriales, Mesas Técnicas u otras modalidades estas se mantienen en el  
marco de la sectorialización y de la disciplinariedad por lo que se dificulta una actuación  
más sistémica. Lo forestal, al igual que el cambio climático, no puede abordarse únicamen-  
te desde una perspectiva sectorial y por tanto requiere un abordaje multidimensional, in-  
terdimensional, multiescalar, multitemporal, multinivel, multiactor (Salmón, 2017). Tam-  
bién es importante incorporar las perspectivas de la gran historia y la historia profunda  
para entender en perspectiva el valor de la evolución y la coevolución.  
5ꢉ  
Revista de ciencia de la Complejidad  
3
.6 El marCo GEopolítiCo dE la EduCaCión ForEstal  
A lo largo de la historia los bosques han cumplido un rol de soporte al modelo civilizato-  
rio en curso sea como provisión de energía, tierras para la agricultura, madera para las  
construcciones de viviendas o para la construcción de embarcaciones, entre otras. Actual-  
mente los países ubicados en los bosques tropicales del mundo generalmente adoptan el  
valor de proveedores de materias primas (madera perfilada y madera aserrada). Aunque  
hay esfuerzos por vender productos forestales transformados todavía es poco significativo  
(
SERFOR, 2019).  
La pandemia ha puesto en evidencia la necesidad de gestionar los paisajes tomando en  
cuenta la conectividad y los efectos de borde para salvaguardar la diversidad biológica y  
reducir las posibilidades que broten nuevas enfermedades virales. De otro lado, Bárcena  
(
2021) señala que con la crisis del COVID 19 existe el riesgo de reprimarización y preva-  
lencia de las industrias extractivas, entre ellas las forestales, por esta razón los forestales  
necesitan tener una propuesta capaz de contribuir en la perspectiva de Una Salud que pro-  
mueve la Organización Mundial de la salud (OMS).  
4
. por una CiEnCia ForEstal Capaz dE abordar la ComplEjidad  
Aunque la orientación disciplinaria ha sido, es y seguirá siendo importante en las ciencias  
forestales no es suficiente para afrontar la complejidad de la realidad, complejidad que  
no solo viene por la base ecosistémica sino también por la complejidad humana (políti-  
ca, institucional, legal, económica, tecnológica). A estas complejidades debe añadirse la  
complejidad del Derecho que empieza a incorporar elementos procedentes de ontologías  
relacionales que superan la concepción tradicional de derecho de humanos solo para seres  
humanos y que se manifiesta en los derechos de la naturaleza y el reconocimiento de ríos,  
cuencas y biorregiones como sujetos de derecho. Por ello la pertinencia de abordar los en-  
foques socioecológicos y, desde las fuentes de las ciencias de la complejidad, los enfoques  
de los sistemas complejos adaptativos. En buena cuenta esto implica una visión sistémica  
que dé cuenta de los múltiples, diversos y heterogéneos elementos, tangibles e intangibles,  
que se encuentran interrelacionados, son interdependientes e interdefinibles (Maldonado,  
2
014). Alude además a la dinámica no lineal propio del sistema y al diálogo recursivo con el  
entorno. Implica reconocer entonces a las ciencias forestales como un sistema abierto en  
permanente interacción con el entorno total. Esta manera de abordar la realidad quiebra  
el esquema de sistema cerrado con el que las ciencias forestales han actuado predomi-  
nantemente a la fecha. Implica entonces ampliar la mirada. No obstante, existen una serie  
de barreras ideológicas, políticas, institucionales y prácticas que impiden el abordaje de  
enfoques socioecológicos (Soria y Summers, 2017).  
5
Revista de ciencia de la Complejidad  
FiGura 1: Cambio dE pErspECtivas En la EduCaCión ForEstal  
FuEntE: Guido (2011: 110)  
Significa entonces la ampliación de la visión para dar cuenta de esta mirada. No obstante,  
se debe aclarar que esta actitud no significa desestimar los grandes aportes logrados del  
enfoque convencional de las ciencias forestales (en producción, transformación forestal o  
conservación) sino enriquecerlos. Esta magnificación de la visión corresponde legítima-  
mente al reconocimiento de los aportes de la biodiversidad forestal en cuanto a la pro-  
visión de las llamadas contribuciones de la naturaleza (de los bosques) a las personas,  
en términos materiales, no materiales y reguladores. Está ampliamente documentado el  
papel de los ecosistemas forestales en la regulación planetaria a nivel global. Por ello, la  
necesidad de asumir la ampliación de la visión forestal como se muestra en la figura 2.  
5
4
Revista de ciencia de la Complejidad  
FiG.2 ampliaCión dE la visión ForEstal  
Significa entonces que tanto a las ciencias forestales como a la educación forestal hay que  
incorporarle una dimensión planetaria, expandir la comunidad moral para incluir incluso  
la vida no humana (Bioética Forestal), superar una perspectiva centrada exclusivamente  
en el antropocentrismo a incorporar adicionalmente una perspectiva biocéntrica (Arce,  
2
023). Significa además superar una mirada centrada fundamentalmente en una perspec-  
tiva economicista de mercantilización de la naturaleza para incorporar una perspectiva  
más integral en armonía con una sustentabilidad profunda.  
Esta propuesta no es nueva pues Hans-Carl von Carlowitz en su libro Silvicultura oecono-  
mica publicado en 1713 invocó la necesidad de proteger los bosques y planteó la necesidad  
de superar la mirada centrada en la renta extractivista para pensar en la felicidad de las  
personas como sujetos de derechos (Acosta y Cajas, 2020).  
El llamado para la acción en educación forestal de la Conferencia Internacional de Edu-  
1
cación Forestal sostenida en 2021 señala en uno de sus puntos “Promover en todos los  
niveles educativos una comprensión más holística e interdisciplinaria comprensión de los  
bosques, una mayor apreciación de los factores de género, edad, los enfoques basados en  
los derechos, la inclusión social y los valores del paisaje en la gestión de los bosques y los  
árboles, y una mejor comprensión de conocimientos tradicionales y autóctonos relacio-  
nados con los bosques” Como señala la FAO (2019) es necesario un cambio para abordar  
1
hꢀps://openknowledge.fao.org/server/api/core/bitstreams/8bc1c42e-eba3-48c5-9242-c674bba884f9/content  
5
5
Revista de ciencia de la Complejidad  
juntas la seguridad alimentaria, la agricultura y la silvicultura. La contribución de los bos-  
ques a la seguridad humana empieza a hacerse más visible (Arce, 2021a).  
Goya et al. (2020) al revisar la enseñanza de las Ciencias Forestales en Argentina señala la  
necesidad de adoptar un currículo flexible para dar cuenta de las múltiples posibilidades  
de abordaje de la realidad compleja desde el nivel local hasta el ámbito global.  
Arce (2014; 2020: 151) ha reconocido propuestas de cambios de paradigmas en la educa-  
ción forestal superior en el Perú desde la perspectiva del pensamiento complejo. En tal  
sentido, la perspectiva del pensamiento complejo es pertinente porque reúne los enfoques  
sistémicos y de complejidad que permiten una apertura epistemológica, con base en la  
ecología de saberes, y permiten explorar las múltiples posibilidades a partir de aquello  
que no ha sido visto o no ha querido ser visto por enfoques disyuntivos, reductivos, linea-  
les y deterministas.  
5
. impliCanCias dE abordar la EduCaCión ForEstal dEsdE la  
ComplEjidad  
Incorporar el respeto a la vida, humana y no humana, como eje de la educación forestal  
tiene grandes implicancias. Ello implica la revisión de paradigmas, creencias, pensamien-  
tos, sentimientos y emociones, y manifestaciones (lenguajes, discursos, narrativas, textos;  
prácticas; actitudes y comportamientos) que a la fecha han dominado tanto la educación  
forestal como la práctica. Implica también incorporar más y mejor ciencia, filosofía, ética,  
estética, entre otras disciplinas, para enriquecer el racionalismo, y la racionalización, que  
ha primado a la fecha, para incorporarle sensibilidad, emociones, intuiciones, imagina-  
ción, arte y poesía. La ciencia moderna en su búsqueda de objetividad había separado el  
sujeto cognoscente del objeto observado y le quitó sensibilidad y afectos. Un estudio sobre  
tendencias actuales, retos y oportunidades de los procesos de aprendizaje universitario  
aplicado a las ciencias forestales en Chile “evidenciaron que actualmente las tendencias  
se mueven hacia aprendizajes teórico-prácticos en los cuales la parte emocional y experi-  
mental toma relevancia y mejora la interacción con la real” (Valverde et al., 2020, p. 262).  
La crisis de la pandemia del COVID 19 ha puesto en evidencia la necesidad de revisar pro-  
fundamente la relación humana con los bosques e incluso la propia forma de relacionarse  
entre humanos (Arce, 2020b; Arce, 2021b).  
El reconocimiento del valor intrínseco de la vida en los bosques incorpora una dimensión  
no suficientemente ponderada a la fecha. Una cosa es estar al frente de un árbol consi-  
derado como un recurso forestal, un bien o servicio, o materia prima y otra cosa es estar  
frente a un árbol reconocido como comunidad de vida y que además está fuertemente  
interrelacionado con la vida humana. Ello invita a repensar el rol de los bosques naturales  
como fuente de aprovisionamiento de madera y lo que queda como opción es el aprove-  
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Revista de ciencia de la Complejidad  
chamiento de los dones y bondades de los bosques naturales en pie, siempre tomando en  
cuenta principios ecológicos sólidos para no alterar o degradar los ecosistemas forestales.  
El aprovisionamiento de madera se restringiría a las plantaciones forestales con criterios  
ecológicos, cuidando de no afectar las cuencas hidrológicos y menos afectar derechos hu-  
manos (Brand, 2014).  
Asimismo, es una invitación a repensar la caza como elemento de conservación. Durante  
años la cinegética ha aparecido como una herramienta de conservación y que además con-  
tribuye a la economía forestal. No obstante, la emergencia de una mayor sensibilidad sobre  
el valor intrínseco de la vida de la fauna está poniendo en cuestión la visión tradicional.  
La emergencia cada vez mayor de una conciencia ecológica y el reconocimiento de la sin-  
tiencia en algunos animales está provocando que la cinegética aparezca como anacrónica.  
Esto no aplica para la cacería tradicional de pueblos indígenas con fines de alimentación  
siempre en cuando se mantenga dentro de sus valores culturales y no se realice con venta-  
jas tecnológicas exacerbadas por el mercado. Tampoco implica desconocer las tensiones  
que existen entre la fauna y los seres humanos cuando interactúan en zonas de transición.  
6
. disCusionEs  
La incorporación de la perspectiva de complejidad en la educación forestal implica re-  
conocer otras ontologías y epistemologías más allá de las institucionalizadas desde una  
perspectiva antropocéntrica y utilitarista. El actual modelo civilizatorio en el que se ins-  
cribe la educación forestal se encuentra enmarcado en una lógica colonialista de mercan-  
tilización de la naturaleza. Para ser coherentes con la realidad sociodiversa de América  
Latina habría que dar pie a ontologías relacionales entre el ser humano y los bosques y da  
apertura a otras epistemes, a otras formas de acceder al conocimiento. De ahí que resulte  
pertinente la propuesta de descolonización de la universidad de de Sousa Santos (2021).  
Una antigua discusión en las ciencias forestales y la educación forestal refiere a las ten-  
siones que surgen entre posiciones orientadas a la especialización y las orientadas a la  
generalización. Antes que una posición polarizada lo que habría que hacer es incorporar  
un enfoque recursivo en el que se reconoce el valor de ambas perspectivas y la necesaria  
dialogicidad y recursividad entre ambas. No es posible avanzar hacia un enfoque interdis-  
ciplinario y transdisciplinario sin una buena especialización, por ello ambas perspectivas  
se complementan y retroalimentan. Significa entonces que se cuenta con profesionales  
forestales con capacidad de gestión, profesionales operadores, profesionales reflexivos y  
propositivos, profesionales con dominio de las herramientas tecnológicas modernas, pro-  
fesionales con capacidad de interactuar con las biotecnologías, entre otras capacidades.  
Aunque no existan forestales que lo conocen todo, como sector si está organizado para  
cada vez cubrir todos los campos posible donde sus aportes sean valorados y ponderados.  
De esta manera se resolvería la falsa disyunción entre los profesionales especializados y  
5
7
Revista de ciencia de la Complejidad  
los profesionales generalistas.  
Lo que sí es insuficiente insistir únicamente en la perspectiva hiperespecializada. Es sin-  
tomático el gran desarrollo de la Biología y la Ecología que han abierto ampliamente su  
universo de conocimiento al incorporar perspectivas sociales, antropológicas, políticas,  
éticas, sistémicas y computacionales. Desde las ciencias sociales también se ha verifica-  
do abordajes hacia lo ambiental. Lo mismo sucede con el campo del derecho que no solo  
cuenta con la Antropología Jurídica y el Derecho Forestal. Más allá de una apertura de las  
ciencias forestales hacia las ciencias ambientales, sistemas agroforestales y acuícolas y  
negocios, sin que por ello rompa necesariamente su enfoque disciplinario orientado fun-  
damentalmente al “aprovechamiento sostenible y conservación de bosques.” En general,  
las ciencias forestales, hasta la fecha, no han experimentado estos enriquecedores proce-  
sos de interdisciplina y transdisciplina que enriquecerían sustancialmente sus abordajes  
y le daría una mayor capacidad para abordar la complejidad de los sistemas socioecológi-  
cos.  
No obstante, cuando se fusionan ciencias forestales y las ciencias ambientales entonces  
surgen nuevas necesidades de formación como por ejemplo el saneamiento urbano y la  
gestión de riesgos de desastres (SERFOR, 2016).  
Una demostración de apertura a otras perspectivas diferentes a lo tradicionalmente en-  
tendido como “lo forestal” lo está dando la Revista Forestal del Perú que ha incluido en los  
números de los últimos años artículos con abordajes desde la complejidad, la filosofía,  
2
género, participación, entre otros temas de carácter interdisciplinario. . Otras revistas que  
muestran esta apertura son Revista Latitud Cero (Ecuador), Revista Iberoamérica Social  
(
México), por mencionar algunas.  
Desde el campo del desarrollo, también se requiere forestales capaces de interactuar sol-  
ventemente y aportar en procesos de desarrollo local, desarrollo rural e incluso en procesos  
de desarrollo sostenible. Pero si se quiere ir más allá, ante las limitaciones del desarrollo,  
también los forestales pueden aportar en la perspectiva de las alternativas al desarrollo,  
el desarrollo regenerativo, biodesarrollo y Buen Vivir. Estas últimas perspectivas que van  
más allá del desarrollo ponen de relieve el valor intrínseco de la vida humana y no huma-  
na. Esto solo es posible cuando se genera una apertura hacia los Estudios del Desarrollo,  
Estudios Críticos Animales, Filosofía Ambiental, Ecología Política, Biocomplejidad, entre  
otras tantas perspectivas.  
Desde el enfoque de paisajes forestales sostenibles los forestales deberían ser capaces de  
aportar al desarrollo de los territorios con enfoques socioecológicos y bioculturales vincu-  
lados a las cuencas hidrológicas. Se plantea además un desarrollo forestal democrático,  
participativo, dialogante, inclusivo y transparente. Para el efecto los forestales requieren  
2
hꢀps://revistas.lamolina.edu.pe/index.php/rfp  
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Revista de ciencia de la Complejidad  
estar formados para el liderazgo activo, la capacidad de establecer alianzas y redes y hacer  
sinergias con una diversidad de actores. No es posible un desarrollo forestal al margen de  
los pueblos indígenas, de los jóvenes y de las mujeres que tienen particulares puntos de  
vista sobre los ecosistemas forestales.  
A nivel global los temas preponderantes en la agenda global son: cambio climático y susten-  
tabilidad ambiental, la relación entre naturaleza, salud global y pandemias, las profundas  
desigualdades económicas y sociales, la transformación digital y la seguridad cibernética,  
las crisis migratorias y de refugiados, la democracia y los derechos humanos, la geopolí-  
tica y la seguridad internacional, las nuevas exigencias en la educación, la innovación y el  
desarrollo tecnológico, el desarrollo urbano y la vivienda sostenible, entre otros (Giménez,  
2
017). Por su parte el Foro Económico Mundial (2024, p.8) plantea los riesgos globales en  
los siguientes 10 años. Estos riesgos, en orden de prioridad, son: Fenómenos meteorológi-  
cos extremos, cambios críticos en los sistemas terrestres, pérdida de biodiversidad y co-  
lapso de ecosistemas, escasez de recursos naturales mal información y desinformación,  
resultados adversos de las tecnologías de IA, migración involuntaria, inseguridad ciberné-  
tica , polarización social, y contaminación. Como se puede apreciar varios de estos temas  
están fuertemente interrelacionados con los bosques por lo que se requiere que el forestal  
adquiera mirada planetaria para tener capacidad de actuación local efectiva y viceversa.  
Los forestales de la complejidad deberán poder aportar solventemente en las distintas ma-  
nifestaciones de la seguridad humana como seguridad alimentaria (frutos, hongos comes-  
tibles), seguridad hídrica (ríos voladores), seguridad de salud (Una sola salud, inmersión  
forestal, productos nutracéuticos), seguridad climática (mitigación y adaptación, gestión  
de riesgo), entre otras. Se abre por tanto interesantes perspectivas para contribuir a las  
sociedades sostenibles (forestería urbana, restauración), desarrollo rural descarboniza-  
do, entre otros tantos campos. Algunas de las megatendencias que constituyen retos para  
la educación superior forestal son: la crisis civilizatoria, ambiental, ecológica, la revolu-  
ción tecnológica, la creciente urbanización, la aceleración de los procesos de innovación,  
la demanda de materiales, los cambios en los patrones de consumo y comercio, entre otros  
(
Bravo, 2019, p. 28).  
No obstante, la veloz incorporación de las tecnologías digitales (Sensores y Dispositivos  
IoT (Internet de las Cosas), Drones y Teledetección, Big Data y Análisis de Datos, Siste-  
mas de Información Geográfica (SIG), Tecnología Blockchain, Inteligencia Artificial (IA) y  
Aprendizaje Automático (Machine Learning), Plataformas de Gestión Forestal en la Nube,  
Robótica y Automatización) en los sistemas de silviculturas intensivas, llamados también  
Silvicultura inteligente o Silvicultura de precisión, la pregunta es si la educación forestal  
te debe preparar para la sumisión de los ecosistemas a los intereses del capital o te debe  
preparar para celebrar y respetar la vida en perspectiva biocultural, reconociendo los de-  
rechos humanos, los derechos indígenas y los derechos de la naturaleza.  
La incorporación de la complejidad en las ciencias forestales también implica recono-  
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Revista de ciencia de la Complejidad  
cer quiebres, fracturas, borrosidades, bifurcaciones, autoorganización, emergencias, no  
linealidad, irreversibilidad, entre otros tantos fenómenos de la complejidad. En buena  
cuenta esto significa incorporar la convivencia con la incertidumbre, con las crisis, con las  
singularidades, prestar atención aquello que a la fecha ha sido invisibilizado porque las  
categorías con las que hemos hecho ciencias forestales no lo han permitido. Significa tam-  
bién romper con la falsa dicotomía entre ciencia y filosofía, y en términos más generales,  
con la separación, entre ciencia, filosofía y arte.  
En el sector forestal se encuentran los llamados problemas de frontera que no pueden re-  
solverse solo desde la perspectiva disciplinaria forestal pero cuya participación es funda-  
mental. Entre estos problemas se encuentran por ejemplo la deforestación, la tala ilegal,  
el comercio y tráfico ilegal de la fauna, el cambio de uso de la tierra, la pérdida (o extermi-  
nio) de la diversidad biológica forestal, entre otros. Son problemas donde las relaciones de  
causalidad son insuficientes en tanto obedecen a procesos no lineales donde no necesa-  
riamente existe proporcionalidad entre las causas y los efectos. Huelga decir además que  
la propia complejidad de los bosques tropicales requiere un abordaje especial que no se  
restringe únicamente al conocimiento clásico de los silvicultores.  
Frecuentemente se escucha en los procesos de reflexión sobre educación forestal se ha-  
bla del enfoque de competencias y la necesidad de vincular la universidad con la empresa  
para poder responder a las demandas del empresariado forestal (SERFOR, 2016). Cierto es  
que el empresariado vinculado espera profesionales forestales que aporten valor a sus em-  
presas haciéndolas más productivas y competitivas. Pero además de atender a los empre-  
sarios forestales los profesionales forestales también están para aportar a una diversidad  
de actores de la sociedad que no necesariamente tienen orientación exclusivamente eco-  
nomicistas. Ello implica una actitud más abierta de la academia a la totalidad del entorno  
y no únicamente a las necesidades de las industrias forestales. Es por ello la necesidad de  
tener mayor apertura y sensibilidad por unas ciencias forestales para la vida (Arce, 2022,  
2023). La figura 3 muestra la evolución de los enfoques en el relacionamiento humano con  
los bosques.  
FiG. 3: EvoluCión dE los EnFoquEs En El rElaCionamiEnto Humano Con los bosquEs.  
6ꢈ  
Revista de ciencia de la Complejidad  
Aunque la formación por competencias tiene como resultados, valorados positivamente,  
la uniformización, la estandarización de conocimientos, habilidades y aptitudes, en con-  
traposición disminuye los grados de libertad y resta la incursión profesional más allá de  
lo que se entiende, convencionalmente, como su objeto de trabajo. Por ello el enfoque de  
complejidad abre el espectro de posibilidades de conocimiento y favorece perspectivas in-  
terdisciplinarias y transdisciplinarias. De otro lado, aunque no se puede renunciar a un  
enfoque de educación articulado al trabajo, lo transformador es vincular la educación a  
la vida en toda su plenitud y en todas sus modalidades (vida humana y no humana). Este  
giro ontológico es fundamental pues implica orientar la educación forestal para el bienes-  
tar humano y el bienestar de la vida no humana en los ecosistemas. Con ello se pretende  
superar la visión antropocéntrica y utilitarista de tratar a los bosques solo como recursos  
forestales.  
7
. ConClusionEs  
El enfoque de la complejidad, desde las vertientes de ciencias de la complejidad y del pen-  
samiento complejo, abren muchas posibilidades al sector forestal al incorporar una visión  
de sistemas complejos adaptativos y una perspectiva filosófica que le ayuda a encontrar  
el sentido a una educación forestal que a la fecha se había orientado fundamentalmen-  
te al aprovechamiento forestal y a la conservación de los bosques pero con un carácter  
fuertemente sectorial y disciplinario. Aunque en la práctica los profesionales forestales  
van adquiriendo la actitud interdisciplinaria todavía es incipiente este abordaje desde la  
educación forestal. La complejidad de la realidad obliga a los profesionales forestales a in-  
cursionar en otras perspectivas disciplinarias pero que no está suficientemente motivada  
desde la propia educación forestal que mantiene la tradición disciplinaria de la ciencia. Es  
importante que los profesionales forestales sean conscientes de los marcos epistemoló-  
gicos y ontológicos que han configurado su pensar y accionar actual y los lleven gradual-  
mente a adoptar enfoques en los que se armonicen las perspectivas antropocéntricas y  
biocéntricas. De una mirada concentrada en la madera se requiere ampliar al panorama  
hasta el nivel planetario. Los grandes retos que enfrenta la humanidad así lo ameritan y los  
profesionales pueden jugar un importante rol.  
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